domingo, enero 8

La estupidez sigue rozando límites insospechados en pleno siglo veintiuno. Se sueña poco porque no hay tiempo. Se sabe poco de la pasión, de la dedicación plena y de la ilusión. Nos sentimos solos y también feos al comprobar que la actriz de algún anuncio tiene los ojos verdes y las piernas delgadas. Somos injustos, estamos ciegos. Tenemos malas expectativas. Nos creemos cool si nuestra blackberry es de color negro metalizado y si nuestro número de seguidores en twitter supera los cien. Nos hemos vuelto conformistas, somos gente "normal" y eso nos hace muy felices. ¿Por qué no me dices algo que no haya escuchado aún? Sé tú donde todos olvidaron quiénes son. Sorpréndeme y grita que en la calle no sólo hay tráfico contaminante y transeúntes que forman parte de un juego llamado capitalismo. No quiero quedarme en la superficie, me apetece ir más allá. Ansío conocerte. Encuéntrame. Hazme el amor en medio de una guerra constante, sobre un mundo que se cae. 

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